lunes, 3 de noviembre de 2008

El amor por una orquesta muerta

Sentado en la fría arena, contemplando el mar negro movido por el aullido del viento,
en cada descanso mis memorias se convierten en rosas y persiguen mi presente.
Imagenes llenan mi cabeza, las bestias se dañan la una a la otra... y al igual que mis memorias, se entregan a la oscuridad.
¿Por qué estos días no se niegan a olvidar? ¿Porqué convertir a la gente en algo horroroso?
Recuerdos de una orquesta olvidada, convertidas en el azul de la tranquilidad.

Estoy al margen de la conexión, desde la fascinación a la expectativa. No puedo dividir las frases, no puedo dividir los hechos históricos que son dibujados frente a mis ojos.
Sinfonías se escuchan a lo lejos...violines, órganos, jovenes almas que rebosan su alegria al igual que el flemático rebosa su elixir carmesí de la copa del bafometh.
Miro mis yemas, veo un universo completo dentro de cada linea, veo la tranquilidad, veo .... la eternidad de mi alma.
La soledad penetra en los corazones de la gente, mientras observo desde el borde junto a las rosas y una melodia de corrientes muertas. Ah!... debería caer
Desaparecer... Arder... les temo.
No importa cuantas veces lo mate, mi cuerpo vuelve de la muerte. Si estos pensamientos me llegan, conseguiré deshacerme de todo, pues, solo quiero florecer como las impecables rosas
El dios de la muerte ha nacido ahora, el dios de la muerte me llama...

Memorias de un Inmortal

No hay comentarios: